::::::::en construcción...



12 de enero de 2008

APARICIONES DE LA MUSA # 1


(...)

- ¿Entonces, es este tu sagrado advenimiento? - preguntó Junio entre asombro, pues la visita hilaba lo fantástico -. Dime a qué debo tu visita. Dime en qué empeñas tu tiempo.
- En algo poco común, me dedico a la Belleza. He venido a rescatarte de la pereza que te tiene siervo. Dime cómo hospiciabas tu tiempo antes de mi entrada en escena.
- Yazgo en este lecho solo desde hace varias horas. He intentado estudiar, pero la teoría estética me intimida. También intenté la voluptuosidad en un cuento, pero un agujero negro de lugares comunes me hizo desistir.
- No alentó el oráculo acerca del cuento, mejor prueba el canto, la alta lírica.
- Un salto al vacío limpio, peligroso sin duda. ¿Capaz me ves de dar estética al peso del universo?
- De ello no te preocupes: aquí mi cometido no es otro que ser tu musa. Mi primer consejo es este: nunca te engañes y creas que es menos ligero el peso del universo que el tuyo.
- Creerte se me vuelve difícil oficio...
- Joven, investiga en mí el rastro de Erato, de Calíope si quieres, pero cuidado, esta velada que auguro no va a serte gratuita.
- ¿A qué te refieres?
- A que todo en la vida, incluso tu inocencia, tiene un precio.
- ¿Acaso ofreces tus favores a cambio de dinero?
- Aciertas cuando así supones.
- Dime en este caso con qué tarifas ofreces la oda, el yambo, cuánto por la antigua épica...
- La oda a un zapato está valorada en mucho más de lo que tu roído bolsillo puede procurar.
- No es problema, renunciaré a cantar a las cosas. Pintaré la sensualidad de los cuerpos.
-Si es así, por efebos y doncellas ninguna curiosidad muestres.
-Me endeudaré si es necesario. Pero dime, ¿cómo puedo negociar contigo la financiación de un solo soneto?
- Conozco tu situación. Mis informes delatan que nada te avala. Tu pasado es mudo. Tu destino nebulosa incierta. A esta circunstancia deberías responder dejando en usufructo el tema de tu composición, y pagar la belleza de tus endecasílabos con el sueldo de quince años de oficinista.
- Usurpadora...desde el principio viniste a comerciar de la forma más ruin. Yo creí aún que tu deber era inspirarme, ser como el catalejo del visionario, como el torreón desde el que se contempla la batalla, manojo inaudito, ráfaga, morfina, crin... ya mi destino único es la indolencia.
- Ingenuo mercenario sin arma, casto poeta: en tu pobreza deliras. Pon a punto tus tarjetas de crédito si aspiras a un mínimo dístico. Miserable, tus lágrimas hacen que los precios crezcan más que el trigo en estación propicia.

Y tras esta última sentencia y con absoluto cinismo y elegancia abandonó la cámara.

0 Comments: