::::::::en construcción...



21 de abril de 2008

BIBLIOTECAS


Su mirada guarda sin duda algún punto de fuga lejano. Memoriza. Qué contemplará: aquí no hay Belleza que instalar, cavila Junio, no hay Bondad que instalar, sólo libros sobre libros sobre libros, unidades estanterías básicas que se organizan por ausencias. Busca algo definitivo, algo que escape a la degradación y a la constante renovación de nuestros días, sí, algo constante tal vez, lineal en el tiempo. Subraya ahora. Lee para volver a perderse. Una progresión aritmética, el apaciguado transcurso por las vías del tren, un corredor de viento, una danza, le recuerda. Junio contempla así el acto de la intelección. Pero allí dentro – piensa Junio – se funde una luz o no, se da el esplendor o no y la rutina o no de un circuito sintomático entre dos posiciones. Allí dentro del ser quién sabe, se dice, es un artículo de Foucault o una laguna de Céline, quién sabe; del centro del crimen y la industria química, la belleza, la nación...se abre y estalla una veda sin fin que termina en el abismo de las voces, sin remisión, por eso Junio ahora no está de acuerdo con sus primeras especulaciones, porque también la búsqueda de algo definitivo o mediocre avanza siempre por la misma tangencia. Hasta aquí. Contemplar la bella estructura de la intelección, se dice, el resto es literatura: la mano sobre la mejilla, los dedos al volante del lápiz, los labios gruesos en la misma posición, estables, la mirada vacilando al texto. El silencio de claroscuro ahora le recuerda los bares y la muchedumbre, el tedio, la amnesia, pero este hallazgo es distinto, obedece a algo que se ha deslizado sobre intuiciones y óxidos muy viejos de su experiencia, por eso Junio se acoge a este lema para restaurar su confort: la estructura de la intelección. Persiste en la lectura, pasa páginas, devora sintagmas páginas relaciones diferenciales de sentido como postuló Deleuze. Acto de penetración, acto de lectura: lento, gravitatorio, como un satélite que salta su órbita y colisiona reduciendo circunferencias de desplazamiento y centros originales, húmedo, biológico, sed de algo que se halla en las partículas de un cuerpo de alma lejana. Sigue leyendo. No descansa. Su concentración es máxima. Quizás algún examen cercano, piensa Junio, son ya varias horas. Pero un sms de repente irrumpe contra la esfera del libro y la órbita se desplaza: sonríe al leer el breve texto en el teléfono móvil. Algo ha sucedido. Algo no magnífico, quizás barbecho de lo cotidiano, algo vulgar, épica para soñar el perfume impreciso a temperatura en otro cuerpo, una vez solos, tras el último eslabón del día. Siempre esa mueca estúpida, el abandono súbito de los libros como un juego de seducción. O no. Otra vez, literatura…se dice Junio. Se asienta en la mesa que ocupaba de repente el espacio negro de una ausencia. Ya se ha ido. Son casi las ocho. Pero Junio ahora empieza a leer, página 107 como el paseo, por el lado de Méséglise, era el más corto de los que dábamos por los alrededores de Combray…

COMO UN ÁLBUM DE CROMOS DE E. HOPPER



Día laboral


En el diario hoy
de la hermosura
pasas hojas en blanco.



.........................................................................New York Office, 1962




No one

Soledad, arrecife, estrella
Mallarmé



La grave contusión
de los nudillos
contra el silencio.



......................................................................Hotel Room, 1931




Señales de humo


Si soporta el desierto
es porque su sed
ya está muerta.



............................................................................House at Dusk, 1935

16 de abril de 2008

SOBRE UNA CARTA DE LUIS CERNUDA


NO creer en la bondad
de nada que se asiente
- el agua quieta en el barreño
punteada de sol-.
No existe, o no te sirve.


Luis Muñoz

13 de abril de 2008

AU REVOIR, LES ELEPHANTS


I've got the spirit, lose the feeling, let it out somehow.
Joy Division



De algún modo miraba tras el cristal, no escondido ni difamado, era fácil: enormes elefantes adornados de boas de pluma roja, diademas doradas, pintados con tiza verde y azul, caracoles verdes, estrellas rosas tatuando su piel de cemento. De algún modo yo miraba tras el cristal el desfile inesperado de enormes elefantes que codiciaban tal vez la luna, cualquier cuerpo celeste o simplemente un espacio vacío, muy arriba, una litera o un nicho, en cortejo elegante, los elefantes de ninguna India. Yo intuía que su itinerario era líquido, que todo era una sucesión de planos sobre planos, sin profundidad de campo, que mi alegría o mi tristeza arrastraban sólo la vanidad a la proyección de su rumbo, sin adivinarlo nunca. ¿Se irían realmente?. Simplemente se elevaban. Los elefantes como un río de curso contrario. Es difícil transcribir algo de lo que el rastro de su ida dejo en mí. ¿Acaso una mancha? ¿Una fiebre? ¿Una balanza cuyo lado izquierdo recibe todo el peso del corazón?. Monstruos demasiado grandes para las adivinanzas. Mamíferos demasiado grandes ante la miniatura de siete años, uno tras otro, multiplicándose, reduciéndose, siempre hacia la espesura del miedo, no como ascensores sino como fibra de Ícaro, algo mágico. Yo era la miniatura absorta tras el cristal cuyos pies pesaban cien toneladas y se hundían como galletas en la densa leche de la gravedad terrestre. Tampoco tuve libro de horas. Lo que sé de su imperio lo arranco del limo imprevisible que mi memoria excrementa en las fotografías no reveladas: huellas templadas sobre el aire y su ascenso como una fuga en sol menor arrancada al silencio, sucediéndose, trepando la escala pentatónica, librando tras de sí los hilos desflecados, el alambre fino, los arcanos sin orden, la duda en extensión de cincuenta metros, ladrando, tras el cristal, una red contra el agua del pozo o el silencio del que no alcanza a comprender, yo les sacaba la lengua porque creía que todo aquello era un presagio.




........................................window washer - anthony goicolea


6 de abril de 2008

GRAND CANYON

ah, sí, es un poema de amor, sin decoro naïf

domiciliaría mi nómina en el Gran Cañón
por pelear junto a ti una sola noche, pero esta oferta
no se encuentra en las sucursales bancarias.

fuerza centrífuga tu cuerpo
contra-patria tu cuerpo
otredad tu cuerpo
apetecible ostracismo tu cuerpo.

venir a ti como devenir
bañarnos en el río de heráclito,

diseminar nuestro excremento y nuestro oro
en el código binario como en las constelaciones.

el compás de tus manos traza en mi vientre
el círculo perfecto, pero dónde está.

niebla del hades alimenta mis entrañas,
las entrañas, ya sabes,
órganos multiformes con una función regular:
metabolizar la espera.

pero me fragmento al contemplar mi ombligo
en el espejo y maldigo la fábula de aristófanes en el banquete: progresión geométrica que no avanza y se retarda, sin razón o factor, que rinde mi tiempo, que traiciona la tabula.

híbrido de perpendiculares hago cola
como un radar de migraciones del azar.

aguardo los números como una hoja de cálculo en blanco.


................................................the Grand Canyon, Arizona



5 de abril de 2008

[extracto de los diarios de Junio Orestes]

y el silencio que procuraron guardar en el bolsillo desveló al fin ríos de miseria, ríos lápiz, ni siquiera ríos metafísicos
ríos de un cuerpo desnudo
r-í-o-s lanza de cuerpo a cuerpo,
quisieron follar una noche penetrar los párpados del Otro y acudieron otro tipo de fantasmas. Escribir no me seduce tanto. Anoche mismo, tras dejar a Giulia en el portal de su casa, se puso a temblar. Sería algo a tener en cuenta, siempre, sufrimos, los hijos de la cínica casta humana sufrimos, siempre. Ríos lanza de cuerpo a cuerpo. Escucho un claxon ahora vestido de apagón son las 3 de la mañana en el extremo oriental de esta península, la más occidental de Europa. Escribir. Lanzar objetos contra una destructiva piedra, contra cualquier material duro que avale la colisión: el tumor cuarteado en partículas, irregulares, partículas superpuestas, confundidas en el diario apócrifo de cualquier doncella muerta virgen, por ejemplo en el año 1773, en un palacio de Locarno.

Voy a lanzar un boomerang, ¿regresará? Por ahora simplemente contemplo cómo se pierde en la distancia. Se pierde y ahí acaba mi testimonio: la perspectiva nítida en 3D de la lejanía. ¿Volverá? ¿Debería anotar unas breves pinceladas biográficas? Luces de neón en mi propio diario que dicen: he cancelado deudas, sufrido pánico dentro del agua, sufrido la fiebre del oro, il breve racconto della nostra miseria, he sido la última y la primera bala, he soportado la dislexia pero también gozado

el esplendoroso campo de ozono de la belleza y el amor. Ahora me encadeno a una secuencia aleatoria que comienza por la inquieta sombra bajo el péndulo del lugar en que nací Corto Maltés en Las Helvéticas Una canción pop Morrisey a cappella en las noches igual que un nocturno de Chopin Una camiseta vintage de TopMan por 17€ Un café estaba creo con P. y C. cuando daba brillo a la carrocería del desánimo cuando callaba que son un link inevitable en mi vida Una visita inesperada de M. entre semana vodka nostalgia = secreto revelado por M. con un día laboral de fondo Buscadores demasiado manoseados en internet buscadores para escapar a Nueva York en septiembre Nueva York Afinar mi puntería con una Luger la diana espera en mi oficina cabeza-a-cabeza bazo-a-bazo Un ballet en dvd de Nureyev Un silencio de pista a pista de reproducción de Gide a Rayuela de Auden a Keats La escasez de agua en Barcelona Las opiniones extramuros de S. sobre el oportunismo de la ciencia El ansia de la piscina como de un cuerpo La piscina climatizada como un cuerpo No uso reloj No cumplo los requisitos para pedir la ayuda al alquiler del Gobierno

mientras alguien probablemente enaltece la memoria de Troya en su ducha mientras se escriben tesis sobre Cluný y el primer románico Se confirman los últimos homicidios de John Alfredo Iturriaga en una comisaría de la calle Hillrise en Las Cruces Nuevo México Los glaciares van cayendo van cayendo y todo comienza de nuevo en la deriva y todo sin embargo comienza
Soy Junio Orestes Soy incapaz de escribir Soy incapaz de no escribir Soy incapaz…

[noche del 25 al 26 de marzo 2008 Barcelona]



Video The State I Am In - Belle & Sebastian

4 de abril de 2008

VARIACIONES GOLDBERG


El conde Hermann Carl von Keyserlingk (1696-1764), embajador austriaco en la corte sajona de Dresde, sufría insomnio. Las noches eran insoportables y creyó que la música podría aligerarlas. Por ello encargó a Johann Sebastian Bach unas piezas que pudieran distraerle de los pensamientos que le atormentaban. De aquí surgen las Variaciones Goldberg, conocidas con el nombre del joven clavicordista Johann Gottlieb Goldberg (1727-1756), discípulo de J.S.Bach, intérprete de las mismas noche tras noche. El conde recompensó de forma generosa a Bach con una copa de oro que contenía un centenar de louis d'or, el equivalente a 500 táleros, casi el sueldo de un año como kantor de la Thomaskirche de Dresde.
Al margen de esta historia - relatada per Johann Nicolaus Forkel (1749-1818), el primer biógrafo de J.S.Bach - , no será hasta mediados del siglo XIX cuando el autor Christian Eduard Polgar (1782-1861) nos revele, a partir de las confesiones de la hija de Goldberg, que guardaba el diario personal de su padre, la verdadera historia de las Variaciones y de la familia del embajador. En el diario, el joven Goldberg escribe: "¿Qué es lo que quita el sueño a estos seres prisioneros en sí mismos de tan inmensa tortura...?" (...) "Se me ha encomendado una obra inspirada en los Dioses, pero sólo Dios sabe si algún día lograré dar paz a estas almas..." C.E. Polgar completa el relato de J.N.Forkel hablando de la mujer del conde, Chloris (la mujer del rostro pálido), de los verdaderos motivos del encargo y de la inquietante relación de Goldberg con el matrimonio von Keyserlingk.



Vídeo: fragmento de Goldberg - dirección y coreografía de Ferrán Carvajal del 3 al 6 de abril en el Mercat de les Flors