::::::::en construcción...



27 de junio de 2008

Y AUNQUE DETESTO...


cuando me enfado digo se abre el centro de las brújulas
como atomismo milenarista que surca parques, edificios y carreteras secundarias

que decapita el territorio de la mansa ingenuidad enumerando la distancia. La distancia. Tú lo sabes, pero me das pie.

Cuando me enfado la televisión parpadea y mis vecinos escriben a lapiz las pulsaciones sísmicas que se registran en todo el inmueble. Pero no es nada al fin. Tú lo sabes. ¿Lo sabes?
- a menudo hundo las piernas en el fango, caballo torpe, hundo mi lomo, hasta mi cuello, y el relincho cansado no merece sino piedad. Caballo torpe.

Cuando me enfado la gruesa línea magenta que recorre las paredes de mi cuarto se rompe en cinco, cinco líneas magenta, siete notas, infinitas posibilidades de variación. Así juego fanático del contrapu(n)to a ser Bach hasta que me abandona el hombre-lobo, el lobo-hombre. Pero luego sabes qué sucede.

Luego el olfato rastrea entre los escombros de la nuca cierta nostalgia de besugo, torpe besugo, pobre besugo. Sube la apuesta y la pista de hielo se deshace en la palma de la mano. Pero no demos empeño a la construcción de algo mejor. Simplemente tu lengua como un tubérculo en la boca

y mis ganas de pelea y luego vete.


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