::::::::en construcción...



6 de octubre de 2008

¿escribir?


y están cerrados los párpados como el píxel ahora, tan blanco, tan uniforme. por más que hoy creyeras, por más que hoy aguardaras, sería improbable, escribir. pero te seduce el aburrimiento gravitando en torno al hueco, como frenético - un murmuro: no seas sensible, ahora no vengas con el cuento del poeta. una punzada precisa: escribir para qué. todo es vanidad, putito, como dijo marguerite. me aburre la noche. me aburre esta excitación
y el campo estridente al otro lado, como una despensa, la cavidad desnuda de lenguaje donde los alimentos comienzan a entumecerse.
de verdad...no, habitar esta ciudad se vuelve contranatura, lo que no está mal algunas veces. pero algo falla. en 5 metros cuadrados, ¿cuánta miseria cabe?. postales con sombrillas, decorando el juego. un flash back de julio, aquella playa atlántica. vibraciones.
pero si algún temperamento hubiera que pudiera desmembrar sobre la voz, una trayectoria, lo intentaría sólo en la medida que produjera una tenue resonancia. por ejemplo, del deseo. por ejemplo, el desorden o el vacío. algo que no signifique. algo que impida palpar el hueco en que ladran o se callan los perros salvajes de musculatura atrofiada. algo focalizado capaz de auto-escindir su propia perspectiva, algo no coleccionable, entre la migración y la violencia de todos los lances. algo así como el almizcle de baudelaire - aquel poema.

pero qué acometer cuando la electricidad se hace nada. tendría que estar todo comprimido y multideterminado, supongo. podría venderme, chapero de todos ¿qué gusta ser leído? tú lo sabes: que ser simultáneos no es ser contemporáneos.
pero debería estar todo ahí. en una boñiga que no hablara de yo a tú o de tú a yo o simplemente no monologara como voz del UNO. una figura que se deconstruya en la traza, junto a otras.
escucha: no hay profundidad.
mejor: no busco la profundidad, pero sí la distancia en la superficie, los kilómetros que traga la boca del lenguaje a velocidades cambiantes, y el plano oblicuo, cortante, que divide las zonas oscuras impedidas de identidad.
sin embargo, qué aburrimiento. que imposición escribir: no sirvo a la escritura.
aún el poema blanco, el píxel en blanco, uniforme. las lanzas rompen el cristal de la ventana y se hienden en el gramófono de la calle. ¿podría ser éste? ¿el principio del poema? - no, tampoco es esto lo que buscaba.



santos que yo te pinté
demonios se tienen que volver

los planetas


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